Cuando niña recibió un guijarro
con la verdad de su ser, de su existencia.
La ayudaría a nunca olvidar su esencial destino.
Y hasta hoy, determina su camino.
Como pesadilla, como angustia, como tropiezo.
La inscripción dice:
No eres suficiente, eres incompleta, eres medio ser.
Necesitas un hombre, cualquiera, que te haga el favor de quedarse; paga el precio que sea
para poder ser feliz, autorrealizarte, estar completa.
Ella conserva el guijarro. No lo cuestiona, no lo refuta, no lo desecha.
Lo retiene, como verdad absoluta como el legado de un dios.
Gloria Esperanza García Rodríguez
Medellín, abril 6 de 2019

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