EL primer amor

Ellos tenían más de cincuenta años de casados. Supuestamente muy felices. Sin embargo, ella se preguntaba una y otra vez: "Yo no sé por qué sigo casada con este hombre…”

Este interrogante la rondaba con frecuencia, cuando la gritaba… Cuando la ridiculizaba… Cuando era objeto de sus burlas. Ella no paraba de recordar las palizas y el maltrato que él le había propinado –en esas noches de licor y de drogas– cuando eran más jóvenes.

Él, cegado por los años y porque la memoria es selectiva y antojadiza, ni recordaba sus demostraciones de poder. Y cuando tenía oportunidad le decía a otras parejas: “quiéranse mucho y cuiden siempre ese primer amor, así como lo hemos hecho nosotros”.

Ella sonreía y seguía sin encontrar una respuesta.