El club de las mozas
- Diana María Giraldo
- hace 7 días
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Somos cinco amigas, nos hemos conocido en los momentos de fiesta de nuestros maridos; y entre nosotras ha surgido una sin igual solidaridad. Entendemos como nos sentimos, sabemos que no somos las esposas oficiales de estos hombres, pero también reconocemos que tenemos un lugar preferido en sus corazones.
Comprendemos que ellos pasan muy bien con nosotras pues no somos las esposas sumisas y aburridas que ellos tienen en su casa. No señora, nosotras estamos para el placer, para la aventura, para la camaradería. Somos el paño de lágrimas y después de la intimidad pasamos largos ratos conversando; sí, somos sus amigas y los conocemos al pie de la letra.
Compartimos gustos parecidos pues a todas nosotras nos gusta estar lindas y seductoras. Frank es nuestro peluquero y consejero, cuando a ellos les da las crisis y el sentimiento de culpa y quieren regresar con sus esposas.
Frank también tiene su compañero. Tiene olfato de sabueso y nos dice “no mija esa no es ninguna crisis, eso es que por ahí tiene otra vieja” Frank sabe despertarnos los celos y nos da consejillos para salir al ataque.
Tenemos mamás muy parecidas que nos juzgan con la mirada, con la cabeza, con los silencios y con las palabras.
Con todo y eso, cuando nos encontramos y nos tomamos un cafecito, sabemos que somos las mozas. Nuestra decisión es amar a esos hombres, y sin ser sus esposas, viviremos con ellos hasta que la muerte nos separe; o como afirma Frank, hasta que nos cambien por otra.

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